Filosofía kantiana
Ética kantiana
La ética de Kant es formal, carece de contenido. Sus imperativos se deben cumplir siempre, sin excepciones ni condiciones, son categóricos.
La principal formulación de su imperativo categórico es:«Actúa según la máxima que desearías que se convirtiera en ley universal». Aunque también lo formula como:«Trata a todo ser humano no como un medio, sino como un fin en sí mismo». Debemos tratar con dignidad a los seres humanos y no tratarlos como instrumentos para nuestros deseos.
Definición de Ilustración kantiana
En la filosofía kantiana se define la Ilustración como el abandono del hombre de su autoculpable minoría de edad. Y para lograr superar esta «minoría de edad», que no es más que la heteronomía del pensamiento y subordinación a aquellos «mayores de edad», es necesario superar ciertas barreras:
- Barreras internas: la pereza, la cobardía o incluso la tradición.
- Barreras externas: son aquellas personas que se benefician de la heteronomía, y, por tanto, la fomentan. Encontramos aquí a los líderes políticos, sacerdotes o generales.
Comparación con los alimentos transgénicos
Ética kantiana
En nuestra situación, las empresas intentan por todos los medios conseguir el dinero, incluso añadiendo sustancias posiblemente cancerígenas a los alimentos para que sean más adictivos. Esto produce un choque frontal con la filosofía kantiana, pues están claramente usando a los humanos como instrumentos para sus fines, ganar dinero.
Definición de Ilustración kantiana
El objetivo que nosotros debemos conseguir es comer exactamente lo que queramos, sin aditivos ni sustancias que no nos interesen, que sería comparable a la definición de la Ilustración. Es la «autonomía» en la alimentación.
En cuanto a las barreras, también encontramos internas como las modas, las convenciones sociales (comer en el Mac Donald’s) o simplemente la pereza de informarse sobre los alimentos. Hallamos externas, siendo principalmente las empresas, principales beneficiarias de nuestra «heteronomía» en la alimentación. Pues cuando compramos sus productos, les estamos dando nuestro dinero, que es el fin último que poseen.